lunes, 10 de julio de 2017

NOTA DE PRENSA (ESPAÑOL) Equipo Arqueológico Caraca (5 JUL 2017)

NOTA DE PRENSA-EQUIPO ARQUEOLÓGICO CARACA-CERRO DE LA VIRGEN DE LA MUELA (DRIEBES, GUADALAJARA).
5 de julio de 2.017


            Entre los meses de Julio y Agosto se desarrollarán excavaciones arqueológicas en el Cerro de la Virgen de la Muela (Driebes, Guadalajara), un yacimiento que ha sido identificado con la antigua ciudad romana de Caraca. Las excavaciones arqueológicas están financiadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Driebes con el apoyo de sus vecinos, la Asociación de Mujeres de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara. Asimismo se ha de destacar la amabilidad de los dueños del terreno que permiten el desarrollo de esta investigación.

            Las excavaciones serán desarrolladas por un equipo interdisciplinar dirigido por los arqueólogos Emilio Gamo Pazos y Javier Fernández Ortea, contando el equipo  con la profesora María Luisa Cerdeño (Universidad Complutense de Madrid. Departamento de Prehistoria), y los arqueólogos y especialistas Saúl Martín González y David Álvarez Jiménez. Asimismo, se cuenta con la inestimable ayuda del Centro CIL II de la Universidad de Alcalá de Henares que supervisará la hipotética aparición de inscripciones latinas, un tipo de evidencia que supone una de las principales fuentes históricas para ahondar en el conocimiento de la sociedad romana. La presencia de especialistas en el ámbito de la gestión del patrimonio histórico será una herramienta valiosa para conocer los procesos de percepción del gran público en relación a la investigación científica. Así la doctora Alicia Castillo (Grupo de Investigación: “Gestión del Patrimonio Cultural”-Universidad Complutense de Madrid) realizará una aproximación preliminar para el estudio de la percepción social sobre el yacimiento arqueológico y de la investigación en curso en relación con la comunidad local. Por otra parte, los especialistas del IGME (Miguel Ángel Rodríguez y María Ángeles Perucha) analizarán la posición de la caída de los derrumbes para determinar si existió algún fenómeno sísmico dados los antecedentes de la cercana ciudad romana de Complutum afectada por un terremoto en el s. IV d.C. También para completar la documentación del yacimiento Daniel Méndez (Revives) realizará fotografías de las estructuras exhumadas para posibilitar su posterior virtualización, mejorando de este modo de la comprensión de las mismas.

Acerca de esta campaña de excavaciones en el Cerro de la Virgen de la Muela, ha señalado Juan Manuel Abascal (Catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Alicante): “Las excavaciones del probable emplazamiento de Caraca son determinantes para conocer la época romana en la provincia de Guadalajara y para establecer definitivamente el trazado de las principales vías romanas a su paso por la provincia; sin duda alguna, es el gran descubrimiento arqueológico de los últimos años en esta región”.

Los objetivos que se plantean en la presente intervención suponen la verificación de los resultados del georradar 3D del CAI de Arqueometría de la Universidad Complutense en el proyecto previo de Prospección arqueológica intensiva y geotécnica del cerro de la Virgen de la Muela, Driebes (Guadalajara). En este sentido, los resultados proyectados arrojaron la presencia de una planta urbanística plenamente establecida en las dos calles principales de una ciudad romana (cardo y decumano), el foro, unas posibles termas y un posible macellum (mercado). Por lo tanto, este proyecto de investigación quiere realizar una evaluación mediante excavación arqueológica de la importancia del enclave con el objeto de mejorar su comprensión y facilitar su protección como conjunto patrimonial. La presente intervención pretende registrar la estratigrafía de la ciudad y conocer las diferentes fases cronológicas que permitan conocer el desarrollo urbanístico del enclave.

La existencia de un espacio diáfano, rodeado al sur por una columnata a modo de pórtico, al NE una sucesión de estancias orientadas de NO a SE y al norte por dos habitáculos de grandes dimensiones al sur de la actual ermita, hace pensar que podría tratarse de un foro, es decir, el área pública y administrativa del núcleo urbano. Las excavaciones se centrarán en el hipotético foro. La confirmación de la existencia de un foro permitiría constatar que los restos identificados se corresponden con un municipio en el Cerro de la Virgen de la Muela. Este dato supone un hito de primer orden científico puesto que avalaría la identificación de la primera ciudad romana (promocionada jurídicamente) de la que se tiene constancia fehaciente en la actual provincia de Guadalajara.

Por otra parte la realización de las mencionadas excavaciones permite aproximarnos a la fecha en la que la ciudad fue promocionada jurídicamente, una verificación que implica la mejora de la comprensión del período histórico de la romanización en la provincia de Guadalajara.

Finalmente, se intervendrá para documentar una parte del decumano cercana a su conexión con el cardo máximo. La interpretación del georradar atribuía la presencia de un empedrado con un rebaje central para el agua residual (aqua caduca), es decir, de un sistema de alcantarillado. La existencia de este refinado sistema de colectores residuales verificaría el nivel de desarrollo alcanzado por esta urbe. En este sentido, y con el valor añadido de la documentación previa del acueducto, consideramos necesario ahondar en el conocimiento de la infraestructura pública de abastecimiento de agua de la ciudad de Caraca.

En otro orden de cosas quienes deseen acudir a las excavaciones arqueológicas en el Cerro de la Virgen de la Muela pueden ir a las Jornadas de Puertas Abiertas que se realizarán en el yacimiento el día 3 de Agosto con visitas guiadas a las 10 h y las 19 h. Además la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara realizará una excursión con visita guiada al yacimiento el 10 de Agosto. Para obtener más información acerca de esta última visita enviar un mail a: amuseogu@hotmail.com



PRECEDENTES: LA PROSPECCIÓN CON GEORRADAR CONFIRMA LA UBICACIÓN DE LA CIUDAD DE CARACA EN EL CERRO DE LA VIRGEN DE LA MUELA (DRIEBES, GUADALAJARA).

            Los arqueólogos eran conocedores de las posibilidades que aportaba la investigación en el lugar puesto que en 1945 durante la construcción del canal de Estremera, fue localizado a los pies de este cerro un tesorillo de plata, con un peso total de 13,8 Kg. distribuidos en 1480 fragmentos que incluía: tortas de pesos, recipientes, lingotes, sortijas, torques, fíbulas, y monedas. El tesoro está datado a finales del siglo III a.C. y se expone actualmente en el Museo Arqueológico Nacional. En este lugar se habían realizado prospecciones en la década de los años 80 del pasado siglo por parte de los profesores Jorge Sánchez-Lafuente y Juan Manuel Abascal, que ya indicaron que se trataba de un importante yacimiento romano y que posiblemente fuera la antigua Caraca.
En otoño del año 2016 un equipo de arqueólogos dirigido por Emilio Gamo Pazos y Javier Fernández Ortea desarrolló una prospección arqueológica intensiva y geotécnica del cerro de la Virgen de la Muela, ubicado en la localidad de Driebes (Guadalajara) en la comarca de la Alcarria Baja. Para este propósito se configuró un equipo multidisciplinar formado por los doctores Jerónimo Sánchez Velasco, David Álvarez Jiménez y Saúl Martín González y los profesionales del CAI de Arqueometría y Análisis Arqueológico en colaboración con el Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica I (Sección departamental de Astronomía y Geodesia), de la Facultad de Matemáticas de la UCM. Las prospecciones fueron financiadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, así como por el Ayuntamiento de Driebes y la Asociación de amigos del Museo de Guadalajara, destacando la amabilidad de los dueños del terreno que permitieron el desarrollo de esta investigación.
La metodología de trabajo comenzó con la consulta de bibliografía, cartografía y fotografía histórica, así como un rastreo de la toponimia. Los trabajos de campo, se desarrollaron en dos fases. En la primera, el equipo de arqueólogos posicionados a intervalos regulares recogió materiales arqueológicos en la superficie y los georreferenciaron (fundamentalmente cerámica, pero también fragmentos de estuco con restos de pinturas murales). En la segunda fase se utilizó un georradar 3D con antena multicanal con una frecuencia de 600 MHz, para llegar a una profundidad de entre 0 m y 1/1,5 metros en una superficie de 1 hectárea. También se realizó un vuelo de dron con el fin de realizar la topografía del terreno. Las dos fases fueron complementarias, pues una daba sentido a la información aportada por la otra. Se esperaba un buen resultado, aunque lo obtenido con estas técnicas no invasivas superó las expectativas tal y como se advierte en las publicaciones científicas que han redactado y se encuentran en prensa.
Los resultados no pudieron ser más esclarecedores pues se pudo confirmar en el plano la presencia de una ciudad romana con su urbanismo propio. A través del georradar se observa con claridad una ciudad romana, con sus espacios públicos, incluido un foro porticado, su Cardo y Decumano, es decir, sus avenidas principales, posiblemente un macellum o mercado y unas termas además de una tupida malla de manzanas de viviendas que, además, parecen solaparse en diversas fases cronológicas de un yacimiento. Por otro lado es posible que la ermita de la Virgen de la Muela, patrona de Driebes, erigida en el siglo XVI y que aún pervive en estado ruinoso, se superponga a un antiguo templo en el centro del yacimiento. Los arqueólogos señalan que el nombre de la ciudad fue Caraca, que aparece citada en las fuentes clásicas.
Los materiales cerámicos recuperados por los arqueólogos, permiten saber cuánto tiempo permaneció ocupado el cerro. Los restos más antiguos son del Final de la Edad de Bronce, es decir de los comienzos del primer milenio antes de Cristo, posteriormente el yacimiento continuó ocupado y los carpetanos lo convirtieron en un poblado de grandes dimensiones que controlaba la fértil vega del Tajo. Tras la conquista romana el lugar continuó habitado y llegó a convertirse en una ciudad que alcanzaría, a la vista de los recientes descubrimientos, la categoría de Municipio que continuó habitado hasta el siglo II d.C.
Otro elemento que ratifica la existencia de un municipio romano es la presencia de un acueducto inédito que medía 3 km, del que los arqueólogos localizaron 112 metros de canalización de opus caementicium (el hormigón romano) conservada. El acueducto, tiene idénticas características al de Segobriga, y tuvo su cabecera en el manantial de Lucos, también situado en Driebes, un nombre que deriva de latín Lucus y que significa “bosque sagrado”. La construcción de éste tipo de obras iba en consonancia con la monumentalización de las urbes con estatus municipal. Para cerrar el círculo, también fueron identificados sillares de grandes dimensiones con decoración almohadillada, pertenecientes sin lugar a dudas a edificios públicos y restos de la vía romana que uniría a ésta ciudad con Segobriga y Complutum, la llamada vía Complutum-Carthago Nova.
Así este equipo de investigación ha constatado la existencia de un núcleo urbano: Caraca, una ciudad sobre cuya localización ha corrido mucha tinta desde los tiempos de los grandes eruditos del humanismo hasta nuestros días. Aunque algunos autores han considerado que este yacimiento antiguo se corresponde con otras poblaciones como Taracena o Carabaña, la situación geográfica de este cerro encaja perfectamente con la información ofrecida por Ptolomeo y, en especial, el itinerario tardorromano del Anónimo de Rávena que localizaba a Caraca entre las ciudades de Segóbriga (Saelices, Cuenca) y Complutum (Alcalá de Henares) en una calzada que conectaba esta última urbe con Carthago Nova (Cartagena), uno de los puertos más importantes de Hispania. Esta vía parece haberse fundamentado principalmente en la explotación y transporte de una de las principales exportaciones que el interior peninsular ofrecía al Imperio Romano, el espejuelo o lapis specularis, un mineral transparente emparentado con el yeso usado en las ventanas romanas que, finalmente entró en crisis con la difusión del vidrio en el siglo II d.C., lo cual está posiblemente en relación con el final de la ciudad. También fue importante en este núcleo urbano la explotación de la fértil vega del Tajo y el esparto, planta herbácea que tuvo múltiples usos en la Antigüedad.

EQUIPO ARQUEOLÓGICO CARACA-CERRO DE LA VIRGEN DE LA MUELA (DRIEBES, GUADALAJARA).



No hay comentarios:

Publicar un comentario